El Gobierno chino limitó en 2008 el uso, la comercialización y la producción de plástico. Pero la medida fue anterior a la aparición y popularidad de las aplicaciones de comida a domicilio y, desde entonces, la cantidad de plástico no ha hecho más que aumentar, explica Chen.
"Cuando entró en funcionamiento la medida, las entregas a domicilio no existían. Ahora, con la aparición de estos servicios, la cantidad de plástico ha aumentado muchísimo", explica.
Y a pesar de que en el gigante asiático han aparecido empresas que se dedican a producir plástico biodegradable —plástico diseñado para que, por acción de organismos vivos, sea utilizado como fuente de carbono—, lo cierto es que se trata de un material imposible de producir a gran escala por varias razones, señala.
"El coste de este tipo de plástico es un poco más alto que el plástico derivado del petróleo. Su ventaja está en el que no daña el medio ambiente. En China no está prohibido producir plástico no biodegradable o utilizar masivamente el que se obtiene a partir del crudo. El biodegradable por ahora no puede competir con el normal", señala.
A eso se añade el hecho de que para que se popularizase este tipo de plástico más respetuoso con el medio ambiente es necesario que el Gobierno apoye sin fisuras, gracias a sus políticas, su popularización. Unas políticas que solo se han adoptado en la isla de Hainan: para 2020, en esta provincia entrará prohibido producir, vender o utilizar bolsas y cubiertos de plástico no biodegradable.
A pesar de ello, señala Chen que existen varias empresas chinas cuyas bolsas y demás envoltorios son de cartón, y no de plástico. Pero pasar de este al papel, según Chen, tampoco es la solución.
"En producir papel se gasta muchísima agua dulce. Doscientas veces más que en producir plástico. Como el papel se degrada fácilmente, parece que este tipo de productos no dañan tanto el medio ambiente. [Pero] debido a la gran cantidad de agua que se gasta en producirlos, este tipo de material tampoco se le puede llamar ecológico. La solución tiene que tirar hacia el plástico biodegradable", explica.
¿Y qué piensan en Pekín los chinos de a pie? Subrayan lo cómodo que resulta pedir algo de comer con el celular y no haber tenido en cuenta lo mucho que están contaminando.
Peng, por ejemplo, explica a Sputnik que, "a día de hoy, quienes entregan comida, té o café a domicilio siguen utilizando envases de plástico" y que muchos restaurantes envuelven la comida para llevar en envoltorios inútiles para hacerse los sofisticados. Al final lo que están haciendo es no solo gastar más dinero y hacérselo gastar al cliente, sino también contaminando el medio ambiente, prosigue.
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Tsai, otra vecina de Pekín, explica que solo un puñado de sitios utilizan envoltorios de papel: Pizza Hut, McDonald's y KFC. El resto en gran medida utilizan plástico. "Sobre todo en la comida a domicilio casi todo es plástico". Uno de los motivos por los que se utiliza más el plástico es que la comida puede derramarse por el camino.
Pese a que el problema del plástico por ahora no tendrá solución, muchas cafeterías están poco a poco abandonando las pajitas y las tapas de un solo uso. Pero el problema va para largo.
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