Cerca de las 13.30 de la tarde del viernes 31 de mayo, una veintena de hombres con el rostro cubierto acarreó neumáticos y los prendió fuego en la entrada de la embajada de EEUU, ubicada sobre la avenida La Paz de la capital hondureña.
"No estoy seguro que haya sido una acción de los protestantes. Es cierto que hay mucho malestar con la posición de la embajada por el apoyo que ha brindado al Gobierno de Juan Orlando Hernández, pero hay varios puntos que llaman a duda", explicó a Sputnik el economista hondureño Noé Pino.
Pero que además, al día siguiente, todos los medios afines al Gobierno hondureño destacaron esta acción de vandalismo y opacaron las movilizaciones que han elevado aún más el conflicto social en Honduras. En ese momento, la nación centroamericana vivía su segundo día de paro general.
La respuesta de Heide Fulton, encargada de negocios de EEUU en Honduras, en un comunicado público indicó que la Embajada "hace un llamado a todos los hondureños a que se abstengan de actos de violencia" y a "resolver sus diferencias de manera pacífica con respeto al orden público".
— Chargé Heide Fulton (@USAmbHonduras) 31 de mayo de 2019
El contexto
Aunque el Gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) tiene en la embajada de EEUU su principal aliado para mantenerse en el poder, hace tres meses que todos los viernes se realiza una marcha en Tegucigalpa para exigir su renuncia.
A fines de abril, los gremios de trabajadores de la salud y educación pública protagonizaron una masiva movilización al Congreso Nacional, para detener la ratificación de dos decretos presidenciales que pretendían reestructurar las Secretarías de salud y educación.
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El economista Noé Pino señaló que estos decretos son parte de un proceso de abandono del Estado de ambos sectores, para los que ha reducido drásticamente el presupuesto en la última década.
"El gasto en educación del Gobierno central era 32,9% del total en 2010 y en el presupuesto aprobado de 2019 es de 19,9%", dijo el analista, que destacó que para el sector salud, "la reducción fue de 14,3% a 9,7% para los mismos años".
La disminución del presupuesto se logró congelando salarios, cancelando la inversión en infraestructura y la provisión de insumos básicos para la atención en salud, dejando al sistema en una permanente crisis de escasez, que deben cubrir los usuarios del sistema público.
Pino indicó que aunque esa ley no define claramente cómo es el sistema, en la práctica se avanza en la "concesión de hospitales a fundaciones privadas", como ya ocurrió con los hospitales San Lorenzo y María.
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Paro nacional
En el análisis que Pino publicó junto al sociólogo Eugenio Sosa sostienen que "los paros y movilizaciones de los maestros, médicos y trabajadores de la salud en general, han continuado por más de 30 días consecutivos; la polarización se incrementa y el movimiento escala y se fortalece, como quedó demostrado en las acciones de protesta a nivel nacional el 30 de mayo de 2019".
La tensión ha venido aumentando —señaló Pino— al punto que no parece haber posibilidad de una salida dialogada del conflicto. La plataforma anunció que no dialogará hasta que no se hayan derogado los decretos de reestructuración de ambas secretarías, mientras que el Gobierno de Hernández tampoco accede a "retroceder ni un milímetro" en sus planes de reforma.
Mientras la fuente señaló que durante este mes de conflicto el Gobierno ha intentado "estrategias de división, cooptación y difamación para desarticular al movimiento", ocurrió el episodio de la Embajada.
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La presidenta del Colegio Médico dijo a la AFP que denunció ante la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas "que los infiltrados del Gobierno son los que están haciendo los destrozos en la embajada americana y otros lugares".