Estas controvertidas declaraciones vienen en el contexto de la decisión del presidente de disolver la Rada Suprema —el Parlamento del país—. Según dijo Zelenski, la Rada no funciona y podría ralentizar la formación del Gobierno.
Esta retórica se parece mucho a la que usó el anterior presidente y el exrival de Zelenski en las elecciones, Petró Poroshenko. Desde su punto de vista, el conflicto bélico en el este de Ucrania no es una guerra civil, ni una confrontación interna, sino una agresión por parte de la Federación de Rusia.
Los políticos ucranianos, incluso los que acaban de llegar al poder, se niegan a reconocer que la guerra en Donbás no tiene nada que ver con Rusia. Moscú, por su parte, en reiteradas ocasiones subrayó que las unidades del Ejército ruso no toman parte en los enfrentamientos armados en el este de Ucrania.
Te puede interesar: Kiev prepara una "respuesta eficaz" a la entrega de pasaportes rusos a vecinos de Donbás
El nuevo presidente durante su campaña electoral confirmó su determinación a reiniciar el diálogo respecto a Donbás, si bien indicó varias veces que nunca aceptaría rendir sus territorios y se refería a Crimea y partes de las regiones de Donetsk y Lugansk.
Pero en caso de que el mandatario ucraniano no quiera aceptar las realidades políticas que se formaron en 2014 ni quiera basarse en ellas, entonces parece que será difícil promover el diálogo.
"Zelenski debe tener el coraje para reconocer que Ucrania no lucha contra Rusia, sino contra su propio pueblo en Donbás", declaró en un comentario a Sputnik el senador ruso por Crimea, Serguéi Tsékov.
Según el parlamentario, sus declaraciones son indignantes, decepcionantes y preocupantes. Zelenski sigue el camino allanado por Poroshenko y con sus declaraciones expresa su falta de respeto hacia Rusia, así como su falta de deseo de fomentar el diálogo con Rusia, añadió.
Tema relacionado: El partido de Zelenski eligió el libertarismo
Para Tsékov Zelenski "no debe perder tiempo" en las reuniones con senadores norteamericanos que "solo son capaces de prender fuego a los conflictos en diferentes países", sino que tiene que ocuparse de la normalización de las relaciones entre Ucrania y Rusia.
Otro problema mencionado por el líder ucraniano es la corrupción. Durante su campaña electoral Zelenski también prometió combatirla. Su predecesor, Petró Poroshenko, no logró avances significativos en la 'cruzada' contra la corrupción por lo cual se puede decir que hasta hoy la lucha no ha sido muy fructuosa.
No te lo pierdas: El Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania pierde sus servidores secretos
Las declaraciones sobre la necesidad de la guerra contra la corrupción son muy populares entre políticos, pero una cosa es hablar y otra cosa es hacer.
Los expertos se muestran escépticos en cuanto a la determinación de Zelenski de poner fin a este vicio. Entre ellos, el presidente del Consejo internacional de la Organización de los compatriotas rusos, Vladímir Kolesnichenko.
"En Ucrania no han hecho nada para la lucha contra la corrupción. Hoy vemos un 'show' en el que hay una confrontación entre Zelenski y el Parlamento, pero no es nada nuevo. En realidad los clanes de oligarcas negocian cómo se van a dividir entre sí el presupuesto de Ucrania", señaló.
Lamentablemente al día de hoy Zelenski todavía "no ha propuesto nada y al parecer no será capaz de proponer", recalcó.
Más: Zelenski restablece la nacionalidad de Ucrania al expresidente georgiano Saakashvili
Como resultado, por ahora, Ucrania está perdiendo las dos guerras. La solución del conflicto en el este de Ucrania parece improbable a corto plazo, mientras tampoco habrá que esperar una mejora en las relaciones entre Ucrania y Rusia. En cuanto a la corrupción, es temprano para sacar conclusiones apresuradas si bien la situación en el país eslavo deja mucho que desear.