Los fieles llegaron a Jerusalén desde primera hora de la mañana desde todos los puntos de Cisjordania y desde dentro de Israel, pero el ejército no permitió la entrada de ningún palestino de la Franja de Gaza, que está sitiada desde 2007.
Un elevado número de musulmanes no consiguieron llegar al sitio por los controles de los policías israelíes establecidos en distintos puntos de la ciudad santa.
Los fieles, que realizan el ayuno de Ramadán, tuvieron que soportar una temperatura de 35 grados centígrados a la sombra, así como el cierre durante dos horas de las puertas de acceso a al Aqsa.
Fotos: Así se vive el Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes
El jeque Azzam al Jatib, director general de los santos lugares musulmanes, dijo que alrededor de 260.000 palestinos participaron en la oración del mediodía en Al Aqsa.