El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció que impondrá desde el 10 de junio aranceles de 5% a todas las importaciones de México como represalia por el flujo de inmigrantes irregulares que atraviesan la frontera común, y amenazó con aumentar el gravamen hasta que cese el problema migratorio.
Subrayó que "los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas".
El líder mexicano llamó a su par estadounidense a "profundizar en el diálogo y buscar alternativas de fondo al problema migratorio" para evitar la confrontación y la guerra.
"No creo en la Ley del Talión, en el 'diente por diente' ni en el 'ojo por ojo' porque, si a ésas vamos, todos nos quedaríamos chimuelos o tuertos", añadió Obrador.
Subrayó que "los hombres de Estado y aún más los de Nación" están obligados a "buscar soluciones pacíficas a las controversias y a llevar a la práctica, por siempre, el bello ideal de la no-violencia".
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El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, manifestó su total apoyo a la postura expresada por López Obrador.
"Magnífica respuesta de nuestro Presidente a las amenazas a México, orgullo trabajar en su gobierno,suscribo plenamente y como lo señala estaré viajando a Washington a la brevedad para buscar un punto de encuentro. Dignidad y firmeza en esta hora difícil", publicó el canciller en su cuenta de Twitter.
