El sistema de Defensa de la Unión Europea está resquebrajándose ante el avance del nacionalismo, los fenómenos migratorios y el terrorismo, además de la presión de Washington hacia sus socios en la Organización del Atlántico Norte (OTAN) para que aumenten sus presupuestos de defensa.
SIlva -vicepresidente de Artículo 30 de España- reconoció que para los niveles que maneja la industria militar a nivel mundial, 13.000 millones sigue siendo un monto reducido, pero que evidencia una preocupación por encontrar soluciones propias.
Sin embargo, advirtió que no se podría avanzar en la creación de un Ejército Europeo como pretende Francia y Alemania en un contexto en el cual la integración política y social se desvanece. Pero no descartó que la iniciativa cobre mayor dinamismo cuando se concrete el Brexit, ya que Reino Unido era el principal freno a este tipo de intenciones.
"Los Ejércitos no son fines sino herramientas que tienen que servir a políticas previamente determinadas. Y evidentemente eso no existe en Europa. No existe una visión estratégica y geopolítica única. La visión estratégica que puede tener Polonia no es la misma que tiene España ni a la de Alemania", explicó.
El experto definió como "muy complejo y contraproducente avanzar en un sistema de defensa europea si no tenemos claro que eso exige también integración política".
Silva destacó que Europa sí debe replantearse algunas cuestiones clave que tienen que ver con su actual estructura en la materia, que depende casi exclusivamente de la OTAN.
"Habría que preguntarse a quién beneficia ese enfrentamiento de EEUU con Rusia, porque de alguna manera vamos empujados por EE UU", sostuvo.
"¿Tiene sentido que Europa haga seguidismo ciego de EEUU en su política exterior con Rusia, o habría que abogar más porque Europa sea capaz de moderar a EEUU en su política hacia Rusia? Yo estoy mas por esta segunda idea", concluyó.