Cómo corrige Rusia los errores de la URSS

No se trata solo de las iniciativas occidentales, como el Foro en Davos, sino también de las organizaciones establecidas por un amplio consenso internacional.

Hasta la ONU y sus estructuras se concentran casi exclusivamente en la parte occidental del mundo. Por ejemplo, las sedes de la ONU y Unicef están en Nueva York, el FMI se encuentra en Washington, la Unesco tiene como su base París, la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) está en Viena, Ginebra alberga la OMS (Organización Mundial de la Salud), la OIT (Organización Internacional del Trabajo), la CNUCYD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), la FAO (Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura) está en Roma y la Corte Penal Internacional está en La Haya.

Cómo pudo la URSS, en el auge de su superpotencia, permitir tal distorsión, se pregunta Alksnis.

La ubicación geográfica inevitablemente conlleva ventajas para el país en el que se basa la estructura o en el que se celebra el evento. No solo se trata de algunos beneficios políticos sino también de cuestiones técnicas, afirma la columnista, recordando que hace unas semanas EEUU denegó los visados a varios diplomáticos rusos que deberían participar en el trabajo del comité de la ONU que prepara la conferencia sobre el Tratado de la No Proliferación de Armas Nucleares en 2020.

EEUU y Europa Occidental tienen una "participación mayoritaria" en el sistema existente de organizaciones internacionales, señala Alksnis.

Este 'statu quo' entró en vigor ya hace décadas y no hay forma de superarlo. Sin embargo, la columnista ve un modo de diluir esta hegemonía creando nuevas plataformas de discusión. En general, desde América Latina hasta Asia los países crean nuevas organizaciones internacionales.

En este sentido, Rusia no solo sigue la tendencia mundial, sino que es uno de los principales impulsores del proceso, destaca la columnista. Rusia intensificó el trabajo en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái, la Unión Económica Euroasiática, además de crear los foros económicos. Moscú los considera como instrumento significativo de su 'poder blando' en el restablecimiento del estatus de gran potencia, apunta la periodista.

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Este año al Foro Económico Internacional de San Petersburgo asistirán el presidente chino, Xi Jinping, el vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres entre otros. Cabe señalar la ausencia de la delegación estadounidense. La columnista considera que la lista de los participantes (y también los ausentes) es un indicio claro del reconocimiento de los éxitos rusos en el ámbito de la reorientación de los centros de la política mundial.