El V Encuentro Mundial por la Salud de las Mujeres se realizó en San José de Costa Rica en 1987; allí se originó la conmemoración de este día. ¿Su propósito? Denunciar la morbimortalidad materna como dimensión de la injusticia y la desigualdad de género.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el acceso a la información, la atención y las prácticas sanitarias básicas, son las principales desigualdades entre hombres y mujeres que ponían más en riesgo la salud de las mujeres.
La OMS también mencionaba la discriminación sexual, y advertía que "genera muchos peligros" para las mujeres, tales como la violencia física y sexual o las infecciones de transmisión sexual, principalmente el VIH.
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Según un informe elaborado por la OMS en 2018: las enfermedades no transmisibles siguen siendo la principal causa de muerte del sexo femenino. En 2015 causaron 18,9 millones de defunciones.
Además, la depresión es más común en las mujeres (5,1%) que en los hombres (3,6%).
A su vez, la OMS señala que una de cada tres mujeres puede sufrir agresiones físicas y sexuales en algún momento de su vida.
También indican que cada día cerca de 830 mujeres fallecen por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.
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Entre los 0 y 9 años las tasas de mortalidad como las causas de defunción son similares para los niños y las niñas. La prematuridad, la asfixia neonatal y las infecciones son las principales causas de muerte durante el primer mes de vida, que representa la etapa vital en que el riesgo de morir es más elevado.
Respecto a las adolescentes (10 a 19 años) la principal causa de muerte se relaciona con la salud mental y los traumatismos. Según la OMS, las lesiones autoinfligidas, los traumatismos causados por accidentes de tránsito y el ahogamiento, están entre las principales causas. Los trastornos depresivos —y en los adolescentes de 15 a 19 años, la esquizofrenia— son las principales causas de mala salud.
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A nivel mundial, las adolescentes y las mujeres jóvenes (15 a 24 años) tienen el doble de riesgo de infectarse con VIH que los varones del mismo grupo de edad. Este mayor riesgo está asociado a prácticas sexuales poco seguras, a menudo no deseadas y realizadas bajo coacción.
Aunque se observan avances en la reducción de las tasas de natalidad entre las adolescentes, más de 15 millones de los 135 millones nacidos vivos registrados a nivel mundial corresponden a adolescentes de entre 15 y 19 años.
En las adolescentes embarazadas, el riesgo de abortar en condiciones poco seguras es mayor que en las adultas. Se estima que se practican cada año unos 3 millones de abortos peligrosos en mujeres de 15 a 19 años.
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Los abortos peligrosos contribuyen de forma importante al padecimiento de problemas de salud de larga duración y a la mortalidad materna, advierte la OMS. En los países de ingresos bajos y medios, las complicaciones derivadas del embarazo y el parto constituyen una importante causa de defunción en las adolescentes de entre 15 y 19 años.
