Este intento se produce mientras Netanyahu convocó para las próximas horas a cada uno de los jefes de fila de los partidos con los que trata de formar una coalición de gobierno.
Si el primer ministro no consigue formar gobierno, se abrirían varias posibilidades que a su vez podrían tener distintas ramificaciones.
Las dos posibilidades más probables son que el presidente Rivlin encargue la formación de otro gobierno al líder de Azul y Blanco, el principal partido de la oposición a Netanyahu, Benny Gantz.
En ese caso, Gantz dispondría de algunas semanas para formar su gobierno, una eventualidad que no es muy realista.
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La otra posibilidad es que Rivlin, después de consultar con los distintos partidos, decidiera que Gantz no sería capaz de formar gobierno y se procediera a la disolución del Parlamento, de manera que las elecciones se celebraran dentro de los 90 días siguientes.
De ahí que Netanyahu esté buscando el apoyo de 61 diputados de la Kneset, es decir la mitad más uno, para disolverla.
Azul y Blanco, y otros partidos de la oposición han dado a entender que prefieren que antes de la disolución del Parlamento se dé una oportunidad a Gantz, aunque todo el mundo es consciente de que Gantz no logrará formar gobierno.
Netanyahu convocó el 26 de mayo por la tarde a sus aliados para nuevas consultas de urgencia.
El principal problema de Netanyahu en estos momentos es Avigdor Lieberman, del partido Israel es Nuestra Casa, cuyos seis escaños necesita Netanyahu para formar una coalición estable.
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Lieberman asegura que apoya a Netanyahu pero exige que se apruebe una ley que fuerce el reclutamiento de los jóvenes ultraortodoxos, una iniciativa que rechazan los partidos ultraortodoxos.
