El viceprimer ministro ruso Yuri Borisov abrió la ceremonia destacando que la botadura del Ural es una fiesta, no solo para los constructores navales, sino para todo el país.
"Precisamente con los buques de este proyecto, con los rompehielos de la nueva generación, vinculamos nuestras esperanzas acerca del desarrollo de la ruta marítima del Norte", aseveró.
Astilleros del Báltico construyó también el rompehielos Ártico que es la nave principal del proyecto 22220. Ahora, el astillero ruso planea empezar la construcción del rompehielos Siberia. Para completar el proyecto Rusia necesitará construir dos rompehielos más. Se espera que los respectivos contratos se firmen este mismo año.
Los rompehielos universales del proyecto 22220 deberán cumplir una misión especial: asegurar el liderazgo de Rusia en el Ártico. Serán los rompehielos más grandes y más potentes en el mundo: medirán 173,3 metros de eslora, 34 metros de manga y tendrán un desplazamiento de unas 33.500 toneladas.
Tras la botadura los constructores navales rusos realizarán los últimos retoques en la nave. Se planea que todos los trabajos en el Ural terminen en el 2022.
También: El coloso ruso que quiere desafiar al hielo del Ártico