"Se reiteró la petición al país vecino para que se reintegre a estos oficiales de CBP a sus puestos en los puertos en la frontera México-EEUU y, de esta manera, mitigar las afectaciones a los flujos transfronterizos de bienes y viajeros", dijo en un comunicado la oficina del canciller Marcelo Ebrard.
La reunión se adelantó a petición del Gobierno de México, "a fin de dialogar sobre el incremento en tiempos de espera en la frontera".
Esas demoras son el resultado de la decisión de la Casa Blanca de reasignar a personal de CBP, que opera en los puertos de entrada, a "labores de apoyo a la Patrulla Fronteriza".
El objetivo de la orden del presidente estadounidense Donald Trump es impedir el ingreso de miles de migrantes centroamericanos, caribeños, africanos y de otras nacionalidades en lo que considera "una emergencia nacional".
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La reunión fue celebrada en la sede de la cancillería mexicana, mientras Ebrard viajaba a EEUU para reunirse con su contraparte estadounidense Mike Pompeo.
El comité que se reunió es un mecanismo de cooperación bilateral de alto nivel cuya misión es promover el desarrollo de la frontera bilateral.
Las acciones se implementan en el marco de los proyectos de modernización y expansión de los puertos fronterizos.
Esos puntos son: El Chaparral-San Ysidro, Mesa de Otay-Otay I, Mexicali I-Calexico West en la región fronteriza del estado mexicano de Baja California (noreste) y el estadounidense California (sureste).
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La delegación mexicana fue encabezada por el embajador Mario Chacón, director general para América del Norte, mientras que la contraparte estadounidense fue dirigida por Michael Huston, director de la Región de las Américas del Departamento de Seguridad Interna y Elizabeth Hoffman-Franolich, consejera de Comercio e Inversión adscrita a la embajada de EEUU en México.