El 21 de mayo los líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y Emmanuel Macron, apoyaron en una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladímir Putin, el rumbo para restablecer todos los derechos de la delegación rusa en la PACE.
"Por supuesto, es un proceso positivo. Por fin, los países europeos empiezan a expresar su posición de manera más o menos valiente, al darse cuenta de que la política de sanciones puede llevar a un callejón sin salida", dijo Narishkin a la prensa.
El alto funcionario recordó que una parte de la Asamblea Parlamentaria ve la situación con mucha sensatez y la otra es "muy reaccionaria y gritona", sin embargo "los recientes acontecimientos sugieren que el sentido común puede triunfar".
La medida vino después de que Crimea se escindiera de Ucrania y se reincorporara a Rusia.
En respuesta a la decisión de la PACE, Rusia dejó de enviar a su delegación parlamentaria en 2016, un año después suspendió el pago de cuotas hasta que no le sean restituidos completamente sus derechos.
Desde el Consejo de Europa han advertido que si un Estado no desembolsa sus contribuciones durante dos años consecutivos podría ser excluido de la organización, el plazo para Rusia vence en junio de 2019.
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