"Una presidencia de Cristina Fernández hubiera generado mucha resistencia social, política y económica, y anticipando eso, generó una plataforma más amplia", puntualizó el politólogo y sociólogo Marcelo Leiras, director del Departamento de Ciencias Sociales y de la Maestría en Administración y Políticas Públicas de la Universidad de San Andrés.
Al aupar como candidato a presidente a una persona de perfil "moderado, que ha dado experiencia de gestión y que goza de la confianza personal de la expresidenta", pese a que estuvieron distanciados durante una década, se vuelve "inverosímil la estrategia" del Gobierno de polarizar la discusión política.
Con su anuncio, Fernández de Kirchner mostró "que es capaz de colocarse en un segundo plano, que quiere mandar un mensaje de moderación creíble, que tiene interés en formar un Gobierno amplio encabezado por una persona que, dada su situación política, sin apoyo electoral previo, necesitaría de otros apoyos para formar Gobierno", indicó Leiras.
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La idea de un Gobierno en el que la senadora figure en la vicepresidencia y Alberto Fernández en la presidencia necesitará "acuerdos de gobernabilidad para avanzar con las medidas que a este sector le parece que necesita el país", observó por su parte el politólogo Nicolás Tereschuk.
"Va en sentido contrario a la mirada extremadamente financiera del actual Gobierno, que está tutelado por el Fondo Monetario Internacional, y en el cual los aliados del presidente Mauricio Macri son bancos, empresas de servicios públicos y acreedores", afirmó el especialista.
Segundo plano
Con su inesperado anuncio, la expresidenta reveló "que pensaba que no le alcanzaba para gobernar", retomó Leiras.
Fernández de Kirchner será juzgada desde este martes por supuestamente direccionar la obra pública concedida en la provincia de Santa Cruz (sur) durante su gestión a un empresario afín, el detenido Lázaro Báez.
Ante este panorama judicial, que puede extenderse con otras causas ya elevadas a juicio en las que está procesada, la expresidenta "buscaba alguna garantía de que la que persecución judicial era ecuánime o limitada", dijo Leiras.
Por ello confía en el exjefe de gabinete, que ofrece no solo "experiencia de gestión e imagen de moderación, sino que también asegura que algunos desbordes procesales no se van a repetir", sostuvo el académico.
Desconcierto del resto de fuerzas
El presidente Mauricio Macri, mientras tanto, se encuentra en una posición débil incluso dentro de la coalición de Gobierno, donde se duda de su idoneidad para revalidar su mandato, consideró Tereschuk en alusión a las dudas que el mandatario despierta en la alianza gobernante Cambiemos.
El actual Ejecutivo ha quedado "desconcertado", pues su estrategia electoral, consistente "en mostrar al kirchnerismo como una especie de chavismo argentino, ha pasado a ser inverosímil", coincidió Leiras.
También quedan en un terreno más inseguro las candidaturas que se venían articulando dentro de la principal fuerza opositora, el Partido Jusiticialista (peronista).
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En los últimos dos días, 10 mandatarios provinciales justicialistas mostraron su respaldo a la postulación del binomio Fernández-Fernández.
Las elecciones presidenciales de Argentina son el 27 de octubre, con una instancia previa, las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), que tendrán lugar el 11 de agosto.
