Aquellos que hayan estado en Ciudad de México recordarán el plástico. Al hacer las compras del supermercado, en las calles al tomar un jugo se impone el vaso descartable y los popotes, al comer tacos una bolsa recubre el plato que nos dan. Donde se mire hay plástico.
En la capital mexicana, una ciudad con una población cercana a las 9 millones de personas —a la que se le suman otros casi 5 que todos los días vienen a trabajar o estudiar— se generan 12.816 toneladas de residuos sólidos urbanos diarios. En términos per cápita, equivale a unos 1,4 kilogramos.
El organismo indica que el 60% son residuos inorgánicos y 40% son orgánicos. El 48% proviene de casas; 15% de comercios; 15% de servicios; 10% de mercados; 5% de la Central de Abastos (CEDA); 4% de lugares diversos y 3% de residuos hospitalarios.
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Pero hace una semana el Congreso citadino tomó un paso importante para el futuro. Para Miguel Rivas Soto, doctor en biología por el Instituto de Ecología de la UNAM y coordinador de la Campaña de Océanos de Greenpeace México, se trata de una medida "urgente" que ya "no podía ser postergada" y que tendrá impacto a nivel nacional.
"México es el decimosegundo consumidor de plásticos en el mundo. Hicimos un muestreo en 42 ciudades costeras y en todas ellas detectamos contaminación por plástico. Cancún, una ciudad que es limpiada todo el tiempo, el 100% de los residuos que encontramos fueron de fragmentos de este material", dijo a Sputnik.
Esto lo ubica muy por encima del segundo, las colillas de cigarrillos con más del 16%. Además pudieron detectar que las empresas Coca-Cola, PepsiCo y Nestlé son las responsables principales de la contaminación hallada.
"Los resultados coinciden con la auditoría realizada a nivel mundial también, donde en 40 de los 42 países incluidos esas mismas marcas son que ocupan los primeros puestos en los residuos encontrados", sostuvo.
"México no es la excepción, a pesar de que las grandes islas de plástico son generalmente encontradas en altamar, más del 90% se genera desde tierra firme. Nuestros patrones de consumo importan mucho", indicó el investigador.
Existen tres categorías de residuos plásticos:
- Macroplásticos: bolsas, botellas, envoltorios.
- Microplásticos: miden 5 milímetros o menos y se encuentran en las playas. Presentes en crustáceos, moluscos y pescados que luego son consumidos por los seres humanos los consumen. también afectan a los corales.
- Nanoplásticos: tienen menos de un milímetro, son por ejemplo las fibras de la ropa de poliéster que desprenden al lavarlas.
Los actores responsables de esta polución son los consumidores, "que pueden ser de gran ayuda modificando hábitos"; la industria, que "debe cambiar para fomentar lo retornable" y el sistema legislativo, pues se precisan "reglas de juego estrictas para que esto no continúe".
La aparición de esas normas en Ciudad de México es recibida con entusiasmo, expresó el académico.
"Desde 2018 venimos presionando para que los estados legislen sobre los plásticos innecesarios: bolsas, popotes, cosas con las que las personas podrían sobrevivir sin su existencia. Unos 20 tienen legislación o prohibición sobre algún tipo de plástico. El jueves pasado se sumó la capital. Estamos en el tiempo justo", indicó el científico de la UNAM.
Pero aún queda mucho trabajo por hacer. Se estima que hacia 2050 habrá más plástico que peces en el mar. Una prueba de que "la contaminación nos sobrepasó".
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"Todo esto que arrojamos al mar regresa en nuestras playas y está presente en nuestro alimentos. Hay que cambiar la mentalidad para que las cosas tengan una vida útil más larga", concluyó Rivas.