"La Comisión Investigadora determinó, según los datos aportados por los registradores de vuelo (cajas negras) y el resultado obtenido de la caracterización de los estándares aeronáuticos para este vuelo, que la causa más probable del accidente fueron las acciones de la tripulación y sus errores en los cálculos de peso y balance, que conllevaron a la pérdida de control y desplome de la aeronave durante la etapa de despegue", expresa el comunicado del Instituto publicado en la web de la Presidencia de la República.
El peritaje de las cajas negras del avión siniestrado fue realizado en laboratorios de EEUU, informaron las autoridades cubanas, que desde el primer momento convocaron a representantes de la agencia propietaria del avión, los fabricantes (Boeing) y expertos internacionales.
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El 18 de mayo de 2018, un avión Boeing 737-200, matrícula XA-UHZ, arrendando por la aerolínea Cubana de Aviación a la empresa mexicana Global Air, se precipitó a tierra con 113 personas a bordo, a pocos minutos de despegar del aeropuerto internacional José Martí, en La Habana, en un vuelo nacional con destino a la oriental provincia de Holguín.
Solo una persona sobrevivió a este accidente aéreo.