"El beneficio líquido fue negativo en 1.642 millones de dólares en el primer trimestre de 2019, lo que significó una disminución de 5.428 millones en comparación con el cuarto trimestre de 2018, y se debió, principalmente, a la rotura de la represa de Brumadinho", detalló la empresa en su informe de resultados, divulgado la tarde de este 9 de mayo.
El Ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) también fue negativo por primera vez en la historia de la compañía, quedándose en menos 652 millones de dólares.
Según la empresa, el impacto financiero de la tragedia en el Ebidta del primer trimestre fue de 4.954 millones de dólares; la mayoría se dedicaron a acuerdos de compensación a las víctimas y soluciones tras el accidente (2.423 millones) y a desmontar presas de residuos tóxicos (1.855 millones de dólares).

En el primer trimestre de 2018, sin embargo, la deuda bruta de la empresa era mayor, de 20.276 millones de dólares.
Según la compañía, el aumento registrado en los tres primeros meses de este año se debe a las nuevas líneas de crédito captadas "para soportar el congelamiento de los recursos relacionados con la ruptura.
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En el informe de resultados, el nuevo director-presidente de la empresa, Eduardo Bartolomeo, aseguró que Vale está totalmente centrada en garantizar la seguridad de las personas y la integridad de sus activos.
"Nunca olvidaremos Brumadinho y no ahorraremos esfuerzos para aliviar el sufrimiento y reparar las pérdidas de las comunidades impactadas", destacó.
El pasado 25 de enero, un dique en la mina Corrego do Feijao se rompió provocando un alud de barro que provocó cientos de muertes y un grave desesastre medioambiental.
Según el último recuento divulgado por la Defensa Civil de Minas Gerais el pasado 6 de mayo, hubo 236 muertos y 34 personas siguen desaparecidas.