La Gran Guerra Patria, como es conocida en Rusia la participación de la URSS en la Segunda Guerra Mundial, se saldó con la vida de casi 27 millones de ciudadanos soviéticos, entre soldados y civiles. Pese a que han pasado 74 años desde que el nazismo fuera derrotado, los recuerdos de aquellos días de terror siguen vivos prácticamente en cada familia rusa. Algunas tuvieron la suerte de ver volver victoriosos del frente a sus seres queridos, pero no son pocas las que los perdieron en el campo de batalla.
No te lo pierdas: Conoce las tradiciones y costumbres rusas del Día de la Victoria
El Día de la Victoria es un día para homenajear a todos aquellos soldados que dieron sus vidas para garantizar que su país siguiera siendo libre. Es un día para dar las gracias a los veteranos que siguen entre nosotros y para celebrar la memoria de aquellos que ya partieron.
Es difícil no emocionarse al ver los ojos de los veteranos, algunos ya centenarios, llenarse de lágrimas, al ver la bandera de la Victoria cruzar la Plaza Roja y dar inicio al desfile. Al lado de la bandera de Rusia, el estandarte que ondeó sobre el Reichstag de Berlín en 1945 y se convirtió en símbolo de la derrota definitiva del Tercer Reich lo cargan militares del prestigioso regimiento Preobrazhenski al son de la emblemática canción 'Guerra sagrada'. La emoción que despierta este momento es grande incluso si vienes de un país que prácticamente no conoce los horrores de la guerra, como es el caso de la autora de este texto, una brasileña.
El ministro de la Defensa, Serguéi Shoigú, saluda a los soldados con motivo del 74 aniversario de la Gran Victoria y recibe en respuesta un repetido grito patriótico de ¡Hurra! de los más de 13.000 soldados allí reunidos. En seguida viene el discurso del presidente del país y comandante supremo del Ejército, Vladímir Putin, que recuerda los hechos heroicos del pueblo soviético y llama a las generaciones futuras a no olvidar "las lecciones del pasado".
Al contrario de lo que pueden pensar muchos, el Desfile de la Victoria no es un acontecimiento meramente bélico. ¡Es mucho más que eso! Además de homenajear las hazañas de los héroes de la patria, la celebración del 9 de mayo garantiza que los rusos siempre se acuerden de su historia y, de esa manera, no permitan que los horrores de la guerra vuelvan a repetirse jamás.
Te puede interesar: Hasta la última gota de sangre: las 12 ciudades heroicas de la URSS