"El pueblo soviético demostró su resistencia en todos los frentes y la retaguardia, e hicieron el máximo posible para alcanzar la victoria y afianzar el equilibrio en todo el mundo", expresó el embajador de Rusia en Cuba, Andrei A. Guskov, después de colocar las ofrendas florales ante la llama eterna que recuerda la memoria de los caídos.
En el acto, que estuvo presidido por Guskov, y el general de división Ramón Pardo, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil de Cuba, participaron además representantes de las embajadas de Azerbaiyán, Bielorrusia, y Kazajastán, junto a miembros del cuerpo diplomático militar acreditados en la isla, y de la cancillería cubana.
Además, estaban presentes jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior, y funcionarios del departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
En sus palabras, el embajador Guskov alertó sobre los nuevos brotes de fascismo en el mundo, y los intentos por destruir y desmoralizar los símbolos soviéticos.
A su vez, reafirmó que Rusia seguirá oponiéndose a cualquier tendencia de antisemitismo, chovinismo, y otras formas de intolerancia racial y religiosa, que cada vez se contemplan más en el mundo contemporáneo.
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"Por eso, el fortalecimiento de la paz y la armonía entre las naciones sigue siendo una prioridad incondicional de nuestra política estatal, y siempre estaremos dispuestos a la cooperación más amplia en este ámbito", enfatizó el diplomático ruso.
Las actividades conmemorativas por el Día de la Victoria sobre el fascismo se están celebrando en más de 60 países, recordando el heroísmo del pueblo soviético, y el enorme costo humano que hubo que pagar para preservar la paz y la libertad.