"La UE está atrapada pero tiene que intentar ser el mediador entre ambas partes. Si Europa no marca una postura propia e intenta pactos reales, presionando de alguna manera a EEUU, va a pasar a ser irrelevante en Oriente, y esto puede tener consecuencias muy graves, por ejemplo, de cara a la dependencia económica del petróleo", afirma Pascual.
Dicho pacto fue firmado en 2015 entre Rusia, EEUU, el Reino Unido, China, Francia, Alemania y la Unión Europea para establecer limitaciones al programa nuclear iraní, excluyendo su posible dimensión militar a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
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En opinión de Ernesto Pascual, el anuncio de Irán es más "un grito" para sentar al resto de actores en una mesa de negociación que un movimiento verdaderamente destinado a abandonar el pacto.
"Es un aviso a quienes están en el pacto, y sobre todo a la Unión Europea, quien más tiene que decir respecto a las ayudas económicas, para pedirles que les apoyen", reflexiona Pascual antes de apuntar que, de verdaderamente querer abandonar el pacto, Irán lo habría hecho hace un año, siguiendo la estela de EEUU.
"Con la aplicación de sanciones económicas se está ahogando a Irán, que a estas alturas es lógico que no admita más esas sanciones cuando, además, se ha visto que cumplió con los términos del pacto", añade Pascual.
Este académico incide en que la actitud de EEUU hacia Irán y su permanencia en el pacto le infringe un castigo "doble", porque por un lado vive un "estrangulamiento económico" al estilo de Cuba o Venezuela y por otro "se le evita que el país tenga un desarrollo nuclear".
Según el análisis de Pascual, la situación "no es sencilla" y, con toda seguridad, el asunto será tratado por Rusia con China y Estados Unidos —e incluso puede que a tres bandas de manera extraoficial— durante la visita que distintos representantes de Pekín y Washington planean hacer a Moscú la próxima semana.
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En cuanto a la UE, Pascual destaca que el club comunitario está "atrapado" por su condición de socio preferente de EEUU a través de la OTAN, lo que le impide marcar líneas radicalmente divergentes a las de Washington, que en el asunto iraní está actuando "de forma unilateral".
"La Unión Europea tiene un dilema interno muy fuerte", destaca.
Por un lado, EU tiene una "dependencia como socio estratégico de EEUU", a quien tiene "subarrendada su seguridad a través de la OTAN", lo que limita sus movimientos.
Además, la UE también tiene "un déficit de política exterior" y no puede arriesgarse a hacer movimientos osados "en un momento en el que se están reconfigurando los bloques geopolíticos".
Sin embargo, concluye Pascual, en caso de no actuar, el club comunitario corre el riesgo de "pasar a ser irrelevante en Oriente", lo que empujaría a Irán a buscar mayor entendimiento con otros actores como Rusia y China, reduciendo aún más la influencia de la UE como actor global.