Rosa Elena Torres tiene 76 años y como jubilada recibe cada mes un pago equivalente al salario mínimo, el cual no le alcanza para alimentarse, por lo que confesó, depende del dinero que le envían familiares.
"Trabajé toda mi vida y no puedo mantenerme con mi pensión, pero como bien, porque mi sobrina que está en Finlandia me envía cada mes unos 100 dólares al mes y busco lo más barato para que me alcance, antes me mandaba 20 y me rendían, ahora no", expresó Torres.
De esta forma el salario mínimo quedó en 7 dólares, para convertirse en el más bajo de América Latina.
El Gobierno a través de un instrumento conocido como "carnet de la patria" otorga algunos pagos extra solo a los inscritos, y también van en ocasiones por el orden de otro salario mínimo.
"Yo cobro por el carnet de la patria mi bono, pero eso no es siempre y tampoco alcanza para nada", afirmó Lismar Cardenas de 48 años.
"La verdad que pagar la luz, aunque la aumentaron o el agua, no me preocupa, lo que sube casi a diario son los alimentos y uno queda con el agua el cuello a fin de mes, yo gano sueldo mínimo, pero mi mamá que está en Colombia me envía para ayudarme y con eso es que compro cosas", agregó.
"La pensión se me fue en esta bolsita (señalando los productos que compró), esto da ganas de reír, pero me ayudan mis hijos que están fuera del país", expuso.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU) 3,4 millones de venezolanos han salido de su país, huyendo, principalmente de la crisis económica.
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Sin embargo, mucho como Carmen Cisneros de 76 años, no tiene "la suerte" de tener familiares fuera del país y afirmó a Sputnik, que cuando no tiene su única opción es no comprar.
"Falta como una semana para que paguen la pensión y ya no tengo ni para comprar sal, tendré que aguantarme hasta el lunes, porque esto que tengo aquí no me alcanza para nada", expresó mientras guardaba en su bolsillo un billete de 100 bolívares (equivalente a 0,01 centavos de dólar).
"Mis hijos están aquí y a veces tengo que ayudarlos yo, pidiendo dinero prestado, vendiendo cosas, ellos trabajan, pero tienen hijos y tampoco les alcanza", explicó.
Vender cremas u objetos que ya no utiliza se ha convertido en la opción de Mariana Díaz de 37 años, quien trabaja como secretaria y devenga salario mínimo.
Con la compra de un cuarto de kilo de café, una pasta dental, un litro de leche, una lata de sardinas de 400 gramos, medio kilo de granos y medio kilo de espaguetis, se esfuma el pago mínimo que recibe un empleado en Venezuela por trabajar durante un mes, corroboró Sputnik en un recorrido.
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Pero si desea comprar un litro de aceite de maíz y un kilo de espaguetis, también gastará el equivalente a 7 dólares o al salario mínimo en Venezuela.
En los últimos 5 años el poder adquisitivo de los venezolanos se ha desplomado.
El Gobierno sostiene que es debido a las sanciones económicas aplicadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esto se suma a la caída de los precios del petróleo desde finales de 2014, lo cual golpeó duramente a la nación caribeña que depende en 98% de lo ingresos que genera el crudo y sus derivados.
A la par se revelaron escándalos de corrupción en la estatal Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA).
En medio de esta situación, Venezuela atraviesa por una hiperinflación desde finales de 2017.