Ocurrió en los vastos bosques de Canadá. La osa albina observa cómo el extraño comienza a llevarse salmones a la boca en su territorio hasta que se harta, se acerca a él y, a pesar de que el macho es bastante más grande que ella, intenta intimidarle.
Te puede interesar: ¿Cómo acabó este oso polar a cientos de kilómetros de casa?
Al final, la hembra consigue su objetivo y se aleja.