Según un portavoz de la policía, el toque de queda cesó a las 8 horas del lunes 29 de abril (2.30 GMT).
Según los últimos datos, más de 250 personas murieron y más de 480 sufrieron heridas por los ataques.
El 26 de abril, se produjeron tres explosiones más en la parte oriental de Sri Lanka, en la ciudad de Kalmunai después de que la policía decretó un toque de queda en Kalmunai y sus afueras.
Además: Sri Lanka, la isla que superó una cruenta guerra civil, vuelve a sufrir la violencia religiosa
Las pesquisas preliminares sugieren que los atentados son obra de nueve terroristas suicidas, ocho de los cuales ya están identificados.
El grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico y prohibido en numerosos países, entre ellos Rusia) se adjudicó la responsabilidad de los ataques.