"Los directores ejecutivos expresaron su apoyo al marco que sustenta el Acuerdo Stand-By y la implementación de esas políticas por parte del Gobierno", dijo el funcionario en un comunicado.
El subdirector informó al directorio ejecutivo del FMI, que aprueba los sucesivos desembolsos del crédito por 56.300 millones de dólares suscrito el año pasado con el país suramericano, "de la reciente volatilidad del mercado experimentada por los activos argentinos y la recalibración de las políticas de intervención anunciadas por el Banco Central (BCRA)".
"Argentina está enfrentando una situación desafiante en los mercados financieros", reconoció Lipton antes de secundar el respaldo de la entidad multilateral al Ejecutivo de Macri.
El Banco Central anunció horas antes que desde ahora podrá intervenir cuando lo estime oportuno en la zona de flotación fijada para el dólar, cuya franja está entre los 39,7 y los 51,4 pesos, para contener la depreciación de la moneda local.
El Comité de Política Monetaria del organismo confirmó a su vez que no comprará divisas hasta junio si el tipo de cambio se sitúa por debajo de la zona de flotación marcada por la entidad.
El portavoz del FMI, Gerry Rice, defendió anteriormente en el día que la entidad monetaria hubiera "introducido medidas importantes para hacer frente a la volatilidad del mercado cambiario y del financiero".
"Nosotros apoyamos estas medidas, que están bien calibradas para los desafíos que enfrenta Argentina", añadió en un comunicado que difundió en su cuenta de Twitter.
El Gobierno de Mauricio Macri anunció este cambio en la política monetaria después de que la semana pasada la moneda local perdiera un 9,5% de su valor en relación a la divisa extranjera.
El anuncio del banco justo antes de que abriera el mercado bursátil argentino llevó a que el peso se apreciara un 3,6% y la cotización del dólar fuera de 45,3 pesos para la venta, 1,7 unidades más que en la víspera.
La crisis económica en Argentina, que se desencadenó en abril de 2018 y que depreció la moneda local 109% desde entonces, llevó al Gobierno a pactar un crédito con el FMI por 56.300 millones de dólares.
Ese acuerdo con el FMI lo comprometió este año a lograr el equilibrio fiscal primario (que no cuenta los intereses de deuda) y que se pretende conseguir con un estricto programa de ajuste.
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El país suramericano celebra este año elecciones presidenciales en las que Macri aspira a ser reelegido.