"Veinte personas fueron detenidas durante las operaciones que se llevaron a cabo en toda la isla durante las últimas 24 horas", dice un comunicado del medio publicado en su cuenta de Twitter.
La policía de la república decretó un toque de queda en Kalmunai y sus afueras inmediatamente después de las explosiones.
También, varios medios publicaron información sobre una explosión en el oeste de la isla, a 40 kilómetros de Colombo, sin que se comunicara de muertos o heridos.
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En la mañana del pasado 21 de abril, el Domingo de Resurrección, seis explosiones ocurrieron de forma casi simultánea en tres iglesias de Sri Lanka y en tres hoteles de lujo de su capital, Colombo. En la tarde se produjo una séptima explosión cerca del Zoológico Nacional, en la periferia de Colombo, y al poco tiempo otra más, en un suburbio de la capital.
Las pesquisas preliminares sugieren que los atentados son obra de nueve terroristas suicidas, ocho de los cuales ya están identificados.
El grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico y prohibido en numerosos países, entre ellos Rusia) se adjudicó la responsabilidad de los ataques.
Las autoridades esrilanquesas decretaron varias medidas de excepción y detuvieron a más de 70 sospechosos.