Aunque la preocupación del mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, haya generado cierta confusión en la sociedad, debido al lugar y el momento en que se pronunció —a la salida del Ministerio de Educación, donde discutía cuestiones relacionadas con la enseñanza—, las declaraciones de Bolsonaro exponen una triste realidad enfrentada por una parte de los hombres brasileños.
Representa un 2% de todos los tipos de cáncer que afectan a los hombres brasileños y, cuando no se lo diagnostica a tiempo, puede llevar a la amputación total del órgano masculino.
De acuerdo con Eduardo de Castro Ferreira, miembro del Departamento de Uro-oncología de la Sociedad Brasileña de Urología, los casos de cáncer de pene son, sin duda, más comunes en personas con niveles muy bajos de educación que no saben cómo realizar una higiene adecuada del área genital.
En una entrevista con Sputnik Brasil, el oncólogo puso de relieve que la demora de los hombres en buscar ayuda especializada después del surgimiento de anomalías en el pene también hace aumentar las estadísticas de cáncer de pene.
Para el especialista, la mejor forma de prevenir estos y otros problemas relacionados con los órganos sexuales es a través de la educación, tanto en casa, como con los profesores, en la escuela. En el caso del cáncer de pene, como subraya, este intercambio de información es aún más efectivo, por tratarse de una enfermedad que es fácilmente evitable.
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Aunque el número de casos de cáncer de pene es menor que el de otros tipos, esta enfermedad se caracteriza por efectos igualmente devastadores para sus pacientes. Según Castro Ferreira, los impactos psicológicos, familiares y sociales provocados por una amputación de pene pueden ser tan terribles que, a veces, algunos pacientes se niegan a someterse a ese tipo de cirugía y prefieren morir a causa de la enfermedad.