Seúl teme que esto pueda tener un impacto negativo en el diálogo de Estados Unidos con Corea del Norte y debilitar la posición de Corea del Sur, que está tratando de estimular la reanudación de las conversaciones directas entre Washington y Pyongyang.
"Durante la cumbre actual, se estuvo discutiendo el plan de acción conjunto chino-ruso. Si el escepticismo de Corea del Norte sobre el diálogo con EEUU es superado por este plan y se refuerza la cooperación tripartita entre Corea del Norte, China y Rusia, el papel de Corea del Sur se verá seriamente limitado, y existen preocupaciones de que nos enfrentemos a una situación muy difícil",
dijo en una entrevista con Sputnik una fuente familiarizada con el trabajo del Comité Presidencial de Cooperación Económica del Norte, que supervisa, entre otras cosas, el desarrollo de las relaciones con Rusia.
No obstante, el acercamiento de las posiciones de Corea del Norte, China y Rusia podría complicar esta tarea, según el interlocutor de Sputnik, quien destacó que no es una posición oficial.
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El propio presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, consideró la cumbre de Kim Jong-un y Vladímir Putin celebrada en Vladivostok como una contribución constructiva a la desnuclearización completa de la península de Corea y al establecimiento de la paz. En la reunión con el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, Moon Jae-in, también dio las gracias al presidente ruso por su firme deseo de resolver los problemas de la península de Corea por medios políticos y diplomáticos.
Este 25 de abril se celebró la primera reunión de Putin y Kim en la ciudad rusa de Vladivostok. El encuentro se prolongó por casi dos horas en lugar de los 50 minutos inicialmente programados. Una vez finalizado el cara a cara, la conversación entre Putin y Kim continuó durante una hora y media más en un formato ampliado, con la participación de las delegaciones rusa y norcoreana.