"Acordar con el FMI es vulnerar más a los pobres y a los trabajadores; siempre significa un deterioro de las condiciones de vida, destrucción de la industria nacional, que los pobres vivan peor y que la clase media se empobrece", dijo a Sputnik el economista ecuatoriano Pablo Dávalos.
En los últimos meses, la influencia del FMI sobre América Latina ha crecido, en especial luego de la llegada al poder de partidos y gobernantes afines al organismo, como el caso de Argentina y Ecuador, que después de años sin relacionamiento han vuelto a solicitar préstamos a la entidad.
La crisis económica en Argentina, que se desencadenó en abril de 2018 y que depreció la moneda local 109% desde entonces, llevó al Gobierno a pactar un crédito con el FMI por 56.300 millones de dólares.
Por su parte, el FMI anunció en marzo la aprobación de un préstamo a Ecuador por 4.200 millones de dólares, de los cuales ordenó un desembolso inmediato de 652 millones.
La lógica de las políticas impulsadas por el FMI es dólar alto, ingresos bajos, recesión en el mercado interno, caída de importación y ampliación de los saldos comerciales de los países para afrontar los pagos de deuda pública, explicó Lozano.
"Cuando se acuerda con el Fondo hay una suerte de expropiación de la política económica en manos del organismo en desmedro de la soberanía de cada país; es decir, el país pierde la autonomía de decidir qué políticas pueden llevar adelante y cuáles no", agregó.
Las condiciones del FMI
El Fondo Monetario tiene más de un tipo de acuerdo, pero la característica básica de su política es brindar la posibilidad a los países de acceder a determinado financiamiento para resolver crisis externas, explicó Lozano.
Sin embargo, estos acuerdos tienen condicionalidades sobre el rumbo de las cuentas públicas, la política cambiaria, monetaria y las tasas de interés, añadió.
El economista argentino dijo que también hay condicionalidades sobre las políticas a largo plazo, ya que el FMI promueve reformas estructurales, como es la laboral, la previsional o la impositiva.
Dijo que también suele haber hay algún tipo de condicionalidad para controlar los recursos naturales, los cuales son utilizados como garantía para la devolución de los créditos.
"En el caso argentino, el préstamo que le dieron a ese país es absolutamente impagable y su refinanciación está condicionada en que Argentina lleve adelante la reforma laboral, impositiva y previsional", afirmó.
¿Quién se beneficia del FMI?
Dávalos y Lozano sostuvieron que el FMI defiende los intereses geopolíticos de las grandes empresas norteamericanas de la región.
"Lo que está demostrado es que siempre que el FMI impone sus recetas, los países terminan con problemas de crecimiento, pobreza y de desinversión muy fuertes. Estamos frente a una estrategia global por parte del FMI de provocar de manera totalmente intencional recesión en otros países. El FMI actúa de esa manera porque defiende los intereses geopolíticos de las grandes empresas norteamericanas de la región", dijo Dávalos.
Por su parte, Lozano afirmó que EEUU tiene un gran peso en las decisiones del FMI, debido al aporte económico que hace ese país al organismo.
"El país que más aporta es el que más tiene mayor derecho a voto. EEUU tiene un 20% de la cuota y es el que tiene mayor derecho a voto. Además EEUU no permite que otros países aumenten su cuota. Por tanto, EEUU a través del FMI puede ejercer un dominio sobre la política económica de varios países", explicó Dávalos.
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El FMI nace en 1944 con el objetivo de establecer un marco de cooperación económica internacional destinado a evitar que se repitieran las devaluaciones cambiarias competitivas que contribuyeron a provocar la Gran Depresión de los años treinta.
Más de 180 países lo integran y los fondos financieros disponibles del FMI, medidos en 2010, se sitúan en 692.000 millones de dólares, según lo que expresa el organismo en su página web.