"Es un hecho que está siendo materia de investigación por parte de las autoridades, de tratar de unos miembros de la Fuerza Pública que le estaban dando protección a un Espacio Territorial y se presentó un hecho en donde una persona perdió la vida, el inspector del Ejército se desplazó al lugar", dijo Botero en declaraciones publicadas por la página web de la emisora local RCN Radio.
Según un comunicado de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), los hechos sucedieron en la tarde del 22 de abril cerca de la aldea Carrizal, en la zona rural del municipio de Convención (Norte de Santander, nordeste), cuando la comunidad escuchó disparos y varios de los habitantes recorrieron el lugar para saber qué había ocurrido.
El cuerpo del excombatiente, quien fue identificado como Dimar Torres Arévalo y quien estaba en proceso de reincorporación a la vida civil tras acogerse al Acuerdo Final de Paz, fue hallado en una instalación militar en la población de Miraflores, vecina a la aldea Carrizal, donde vivía el exguerrillero.
Sin embargo, los militares negaron que tuvieran detenido a Dimar Torres, luego de lo cual las 80 personas se tomaron la instalación para verificar si el excombatiente estaba allí.
"Después de 20 minutos de búsqueda, la comunidad se percató de un hueco, herramientas y un sombrero que estaban tirados en el piso. Aproximadamente a unos cinco minutos del sitio donde (los militares) estaban haciendo el hueco, la comunidad encontró el cuerpo sin vida de Torres Arévalo", señaló Ascamcat.
Según esa agremiación, la comunidad rodeó el cuerpo y esperó que la Fiscalía realizara el levantamiento del cadáver, luego de lo cual pidió a las autoridades investigar el hecho.
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El general Mauricio Moreno, comandante de la Segunda División del Ejército, aseguró que dos comisiones trabajan en la investigación del caso y que solicitaron la declaración de los comandantes de la guarnición militar, por lo que están a la espera de los resultados.
Según el partido de izquierda Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), un total de 126 desmovilizados han sido asesinados desde la firma del Acuerdo Final de Paz en noviembre de 2016.