"Hasta ahora, los esfuerzos del Gobierno sueco se han limitado a la presencia del cónsul honorario sueco en Quito. Si bien estamos agradecidos de que el cónsul honorario de Suecia en Quito se haya involucrado, le pediremos a usted y al Gobierno que lo eleven a un nivel político, ya que parece ser (sic) una razón política detrás del arresto", dice la carta dirigida a Löfven.
Entre los firmantes figuran el exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, el músico británico Brian Eno, el líder del partido español Podemos, Pablo Iglesias, y los premios nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel (Argentina) y Mairead Maguire (Reino Unido).
Bini, ciudadano sueco de 36 años, programador y ciberactivista, fue detenido por la policía ecuatoriana el 11 de abril en el aeropuerto de Quito cuando se aprestaba a viajar a Japón.
La ministra del Interior, María Paula Romo, aseguró que Bini era un "miembro clave" de WikiLeaks y que había "colaborado con intentos de desestabilización en contra del Gobierno" de Lenín Moreno.
Los padres de Bini lo visitaron en su lugar de detención junto al cónsul honorario sueco Ola Emberg y reclamaron al Gobierno de su país que tome cartas en el asunto.
El 23 de abril, la cancillería sueca convocó al embajador ecuatoriano en Estocolmo, Lautaro Pozo Malo.
"Pedimos saber de qué se le acusa al ciudadano sueco y obtener más información sobre su proceso legal. Enfatizamos al embajador que tenemos una seria misión consular dedicada a nuestro ciudadano", comunicó la cancillería según recoge la prensa sueca.
Los firmantes de la carta aseguraron que "los derechos humanos de Ola Bini han sido violados repetidamente por la policía, el Ministerio del Interior, la oficina del Fiscal General y el juez a cargo del caso. Los agentes que inicialmente lo detuvieron no tenían una orden válida. Se le negó el acceso a sus abogados durante 17 horas. No se le permitió tener un traductor, aunque su español es rudimentario. No fue informado de los cargos en su contra".
La acusación fiscal, de un delito "muy grave", fue formulada sin presentación de prueba alguna, alega la carta.
"Ola Bini es una figura respetada mundialmente en la comunidad de software libre y un activista de renombre por el derecho a la privacidad. En 2010, la revista Computerworld lo nombró como el sexto mejor desarrollador de Suecia (…) participa en proyectos del más alto nivel, algunos de ellos patrocinados por la Comisión Europea", dice la carta.
El activista argentino Juan Grabois, y los brasileños Frei Betto, fraile dominico, Leonardo Boff, teólogo y filósofo, y Paulo Sérgio Pinheiro, jurista de destacada carrera en las Naciones Unidas, hacen parte de los 68 firmantes, entre los que se cuentan eurodiputados, académicos y miembros de organizaciones en favor de la liberad digital.
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La detención de Bini dio lugar a expresiones de preocupación de los relatores especiales para la Libertad de Expresión de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos, y de las organizaciones no gubernamentales Amnistía Internacional y Artículo 19.