Poder, medios y política: las llaves que explican el encierro de Assange
Fueron las revelaciones de la organización WikiLeaks (fundada por Assange) las que, en 2010, revelaron las atrocidades cometidas por la potencia norteamericana en Afganistán e Irak contra civiles. Pero no solo eso. Dejaron en evidencia las relaciones de poder entre los medios de comunicación, los gobiernos y las empresas de buena parte del mundo.
"WikiLeaks y las redes sociales volcaron un nivel de información muy importante", apuntó en diálogo con Sputnik el periodista argentino Sebastián Lacunza, autor del libro 'Pensar el periodismo' y coautor de 'WikiMediaLeaks".
Lacunza sostuvo que "hubo mucha información valiosa" dentro de aquellas revelaciones, pero que "los medios ocultaron todo lo relativo a ellos mismos".
"Había un corpus muy interesante de la relación de los medios con los gobiernos, que muchas veces los mostraban haciendo lobby, pidiendo cosas que no debían pedir, por lo cual merecería ser contado", dijo el periodista.
De ahí la necesidad de publicar 'WikiMediaLeaks' junto con el experto Martín Becerra, ya que los medios ignoraban a conciencia aquello que los comprometía, al tiempo que los gobiernos implicados en las revelaciones hicieron lo propio o cuestionaron la integridad del activista.
"Es una reacción del poder estatal ante algo que se le va de las manos", afirmó el periodista argentino. Sostuvo además que "los Estados tratan de preservar puertas adentro el marco de un sistema global de vigilancia inconmensurable que básicamente desarrolló EEUU después de los atentados de 2001".
"Wikileaks perfora esos diques. Entonces la reacción de crear causas judiciales, algunas muy llamativas, tanto contra Assange como contra Edward Snowden, me parece que refleja el poder de los Estados cuando se les va de la mano el control de la información".
En este sentido marcó la paradoja de que Assange esté preso por divulgar información sobre crímenes de lesa humanidad, mientras que "las mega organizaciones que acceden a todos nuestros datos y comercian con ellos, Facebook y Google principalmente, cuando han sido descubiertos en esta tarea sellan acuerdos de colaboración con los Estados, con los gobiernos".
Y termina siendo "un actor privado y global, cómplice en algunos casos de los gobiernos denunciados, los que regulan qué hacer con nuestros datos privados".
Para Lacunza, la decisión del presidente de Ecuador, Lenín Moreno, de retirarle el asilo político al ciberactivista y permitir el ingreso de la Policía londinense a la Embajada de Ecuador en Londres para detenerlo resume gráficamente esta lógica.
Consultado sobre si compartía la titulación de muchos medios sobre la detención del australiano como "el fin de la libertad de expresión", consideró que "muchas veces se reclama justamente para eso", para no contar que "el dueño de La Nación va a pedir a la embajada que actúe en cual o tal sentido, o a contarle tal cosa, o va la estrella periodística a decir exactamente lo contrario de lo que dice en su programa de radio y televisión".
"Ahí lo medios deciden no publicar, eso no es libertad de expresión, al contrario, es intento de ocultamiento, aprovecharse de la posición dominante y restringir el acceso a la información", concluyó.