"Hemos tomado todas las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de nuestro país y nuestro pueblo [...] Hemos decidido imponer un toque de queda hasta que las cosas se calmen", declaró Wijewardene tras una reunión en la que participaron también los comandantes del Ejército de Tierra, la Armada y la Fuerza Aérea, así como el Inspector General de Policía.
Seis detonaciones ocurrieron en tres iglesias y tres hoteles de Sri Lanka, causando al menos 185 muertos y 499 heridos, según el medio local News 1st.
En la tarde se reportó otra explosión cerca del Zoológico Nacional en la periferia de Colombo, que provocó heridas fatales a dos personas más, y al poco tiempo, una octava detonación en otro suburbio, Dematagoda.
Tema relacionado: La India condena las explosiones con centenares de víctimas en Sri Lanka
Ningún grupo ha reivindicado hasta ahora los ataques en el país insular, que registró una reducción radical del número de incidentes terroristas tras el término de la guerra civil en 2009.
Todas las escuelas en Sri Lanka permanecerán cerradas los 22 y 23 de abril por directiva del Ministerio de Educación, y en el aeropuerto internacional Bandaranaike de Colombo se extremaron los controles de seguridad, por lo que a los pasajeros se les recomienda presentarse en la terminal cuatro horas antes de la hora programada para la salida.
También se cancelaron en el distrito de Colombo las misas de Pascua por decisión del arzobispo de la capital.