El presidente de EEUU, Donald Trump, expresó su disposición para reunirse con el líder chino, Xi Jinping, dentro de unas semanas si se logra un acuerdo comercial. Al mismo tiempo, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, señaló que los funcionarios de Estados Unidos y China lograron progresos en muchos asuntos clave en las negociaciones comerciales.
China, a su vez, se negó categóricamente a cambiar la política industrial y declaró que EEUU no debería interferir en los asuntos internos. Teniendo en cuenta que es poco probable que el gigante asiático acepte sus condiciones, Washington prefirió centrarse en otros temas importantes para la interacción comercial entre los dos países, según las fuentes de Reuters.
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EEUU suaviza su posición para no dejar que las negociaciones lleguen a un callejón sin salida, comentó a Sputnik Li Kai, experto de la Universidad de Finanzas de Shanxi de China.
Al mismo tiempo, el analista opinó que, en realidad, Washington no tiene motivos suficientes para hacer este tipo de reclamos.
"Muchas empresas estadounidenses crecieron gracias a varios subsidios estatales. Por lo tanto, también es inaceptable exigir que las autoridades chinas dejen de ayudar a las empresas de su país", explicó el analista.
Según Li Kai, durante 40 años de la reforma económica china, muchas empresas locales lograron crecer gracias al apoyo del Gobierno.
"Creo que EEUU cedió en este asunto no solo porque las autoridades chinas fueron duras al respecto, sino también porque se dieron cuenta de que su posición no estaba suficientemente fundamentada".
Para el experto chino, los subsidios son el tema más complicado en comparación con el desequilibrio comercial y el tipo de cambio.
"Es extremadamente difícil llegar a un consenso. Si EEUU hace concesiones, y este problema se resuelve, podremos decir que las negociaciones están a punto de concluir".
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Además, es posible que Washington se haya dado cuenta de que, sin una regulación estatal de la economía china, es imposible satisfacer otros requisitos estadounidenses.
Otro requisito, el de mantener la tasa de yuanes en un nivel estable, también implica la intervención de los reguladores financieros.
Finalmente, la política de EEUU de restringir la exportación de productos de alta tecnología a las compañías chinas, motivada por el temor al robo de la propiedad intelectual, también empuja involuntariamente a Pekín a desarrollar su propia investigación. Y este proceso requiere un apoyo estatal.
Actualmente, en un ambiente de concesiones mutuas, está cada vez más claro el futuro del acuerdo. Además, hay avances en otro tema controvertido de las negociaciones comerciales: la creación de un mecanismo para monitorizar la implementación de los acuerdos.
El 13 de abril, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo en una entrevista con el canal CNBC que ambas partes crearían organismos para controlar el cumplimiento del acuerdo que prevén sanciones para cualquiera de las partes que no cumpla con sus obligaciones.
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