La medida fue anunciada por el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, a primera hora del 11 de abril.
"La paciencia del Ecuador ha llegado a su límite", subrayó Moreno.
El líder ecuatoriano agregó que solicitó al Reino Unido "la garantía de que el señor Assange no sería entregado en extradición a un país en el que pueda sufrir torturas o pena de muerte".
Tras el anuncio, la Policía británica entró a la Embajada ecuatoriana en Londres y arrestó al fundador de WikiLeaks.