La planta de producción de helicópteros está ubicada en Rostov-del-Don y funciona desde 1944. Comenzó a fabricar los helicópteros ligeros Mi-1 en 1956, y en 1959 lanzó la producción de máquinas pesadas de la oficina de diseños de Mijaíl Mil.
Desde 1980 hasta la actualidad, la planta construye los llamados 'búfalos o toros voladores', apodo del gigante de transporte Mi-26. No hay aeronaves similares en el resto del mundo. La OTAN bautizó al 'rey de los helicópteros' como Halo.
El primer taller de Rostvertol, que se enseñó a los periodistas durante una excursión organizada por el consorcio Helicópteros de Rusia, fue el de procesamiento electroquímico y pintura de las piezas del futuro helicóptero.

La versión modernizada del helicóptero más grande del mundo, el Mi-26T2V, finalizó con éxito las pruebas de vuelo preliminares https://t.co/WJbep4ukOU
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) April 4, 2019
El siguiente en la excursión fue el taller de ensamblaje del fuselaje, donde se llevaba a cabo el ensamblaje de dos Mi-26T2V para las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.

"Lo más importante en la preparación del larguerillo es protegerlo del enemigo principal de los metales: la corrosión. Por lo tanto, se aplica un recubrimiento anticorrosivo tanto en el exterior como en el interior de la pieza", explicó María Mijéyeva, metalúrgica principal del taller de palas.

"Después de pasar por todas las etapas del procesamiento, el larguerillo se coloca en una caja especial para darle un contorno aerodinámico. Y luego se monta el sistema antihielo. Cuando la parte delantera del larguerillo está lista, se pega la parte trasera", añadió.

Al familiarizarse con el proceso de producción, los periodistas procedieron al aeródromo de la planta donde los estaba esperando un 'búfalo volador', modelo civil del Mi-26T2 destinado a la exportación.
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El piloto de pruebas de Rostvertol Valentín Pádalka, héroe de Rusia, participante de las hostilidades en Afganistán y el Cáucaso Norte y coronel en reserva de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, comentó a los periodistas que "desde el principio, los Mi-26 se diseñaron como los mejores helicópteros del mundo".

Según el piloto, el Mi-26T2 es la modificación civil más moderna y goza de gran demanda en el mercado extranjero.
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Sputnik le pidió a Pádalka que compartiera sus impresiones de este helicóptero como piloto habitual, y no como empleado de la empresa.
"A pesar de sus enormes dimensiones, el helicóptero es muy fácil de manejar", aseguró.

"Cuando en 2003, despegué por primera vez en el Mi-26, me di cuenta de lo potente, pero estable y obediente que era esta aeronave".
La tripulación de Valentín Pádalka llevó a cabo una serie de misiones en el Mi-26.
"Apagamos los incendios con un tanque de 15 toneladas de agua, llevamos los 26 al extranjero a una distancia de 5.000 a 6.000 kilómetros. Volamos en las nubes, en condiciones de congelación atmosférica, encima de unas montañas a una altitud de 4.500 metros, pasamos a través de un frente atmosférico con una potente nubosidad y turbulencia. ¡El Mi-26 lo superó todo!", contó el piloto.
A veces las condiciones climáticas, como una alta temperatura, no permiten despegar con la carga máxima, pero la pista tiene unos 150-200 metros para el despegue. Entonces el helicóptero acelera hasta 60 km/h, se ajusta la hélice para obtener el mayor empuje, y luego despega "como un avión".
Valentín Pádalka subrayó que el 'búfalo volador' es polivalente.
"El Mi-26 de cualquier modificación puede transportar casi cualquier carga: hasta 20 toneladas en la cabina o en la eslinga externa. Transportamos aviones, helicópteros, grúas, estructuras metálicas, torres de perforación en la eslinga externa".

"Con un reabastecimiento de combustible normal de 10 toneladas con una masa máxima de carga en la cabina, el helicóptero es capaz de volar a 750 kilómetros. Si se necesita cubrir una distancia más larga, la carga es menor y se montan unos tanques de combustible adicionales en la cabina. Entonces, el helicóptero supera los 1.000 kilómetros sin repostar", concluyó el piloto.