"Según las estimaciones de la propia Comisión Europea (…), las pérdidas de la Unión Europea [por las sanciones] ascendieron a unos 50.000 millones de euros, y las pérdidas de Rusia se estiman en entre 25.000 y 26.000" millones de euros, dijo Putin, al intervenir en el V Foro Internacional del Ártico.
Apuntó que de acuerdo con las estimaciones alemanas, "el lucro cesante de Alemania es de 56.000 millones" mientras el ruso es "tres veces menos".
Indicó que "hoy en día las sanciones no se usan como una herramienta en la lucha geopolítica, sino como un elemento de la competencia internacional".
"Volvamos a cumplir con las normas básicas del derecho internacional, la Carta de la ONU (…), volvamos a una vida política normal", instó Putin.
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Destacó que el futuro de Rusia no depende de las sanciones, sino de los propios rusos.
Ese mismo año, la UE, Estados Unidos y varios países de su órbita impusieron sanciones a Rusia por la reincorporación de Crimea y por su supuesto papel en la crisis ucraniana, un rol que Moscú rechaza, motivo por el que respondió con un embargo agroalimentario.
Moscú señaló en repetidas ocasiones que el referéndum en Crimea se llevó a cabo respetando el derecho internacional y la Carta de la ONU.
