En los distritos centrales de la capital funcionan comercios, mucha gente va al trabajo, los pocos enfrentamientos entre las tropas del mariscal Jalifa Haftar y las del Gobierno de Unidad Nacional suceden a decenas de kilómetros de Trípoli, al sureste del campo de refugiados de Yarmuk.
Los habitantes de la ciudad, tras varios días de recelos y espera de probables ataques aéreos, volvieron a su vida de siempre.
El número de militares es mínimo en las calles de Trípoli; pese a la movilización anunciada por el Gobierno de Unidad Nacional, los ciudadanos no se apresuraron a presentarse en las oficinas de reclutamiento, prefiriendo seguir en sus casas.
Además, una parte de las viviendas quedaron inundadas por copiosas precipitaciones en el norte de la capital.
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El 4 de abril, el comandante del Ejército Nacional Libio (ENL), Jalifa Haftar, ordenó lanzar una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de los terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional anunciaron el 7 de abril el comienzo de la operación militar 'Volcán de la Ira', contra Haftar.
Libia está sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivara en una dualidad de poderes.
En el este del país sesiona el Parlamento elegido por el pueblo, mientras en el occidente, en Trípoli, está el Gobierno de Unidad Nacional, de Fayez Sarraj, formado con el apoyo de la ONU y la Unión Europea.
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Las autoridades de la parte este del país actúan independientemente de Trípoli y cooperan con el Ejército Nacional Libio, que lucha contra los grupos armados ilegales.
La ONU propone celebrar las elecciones generales en Libia y basándose en sus resultados formar unas autoridades legítimas, por todos reconocidas.