"Nada podía preparar a la región para la escalada de la crisis económica, social, y humanitaria en Venezuela, por lejos la peor crisis en la historia moderna de la región", se indica en el informe semestral.
En el documento se destaca que para 2019 el crecimiento de la región no muestra una variación importante con respecto al año anterior, como consecuencia del crecimiento débil de Brasil, México y Argentina, así como del "colapso total" de Venezuela.
"El PIB (Producto Interno Bruto) real se contrajo un 17,7% en el 2018 y es probable que caiga un 25% en el 2019", se expone en el balance.
Esta situación, de acuerdo a las cifras del Banco Mundial, significaría una caída acumulada del PIB del 60% desde el 2013.
En este escenario juegan un papel preponderante la reducción de los ingresos procedentes de la industria petrolera, tanto por la caída de la producción como de las exportaciones.
De igual forma, en el documento se hace referencia a "políticas altamente distorsivas", entre ellas: controles de precios, ajuste fiscal desordenado, monetización de la deuda del sector público, hiperinflación, defaults y contracción del consumo.
Además, se destaca que según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se estima que el número de personas que habrán abandonado el país superará los 5 millones para fines de 2019.
El Gobierno de Venezuela reconoció en 2018 que su país enfrenta una crisis económica y una hiperinflación.
Sin embargo, asegura que esto es consecuencia, además de la caída de los precios del crudo a finales de 2014, de las sanciones que ha aplicado el Gobierno de Estados Unidos a funcionarios cercanos al presidente Nicolás Maduro y a las principales industrias del país como Petróleos de Venezuela S.A y la estatal minera Minerven.
Más aquí: "Crisis en Venezuela responde a intereses económicos y geopolíticos de EEUU"
Además, el país norteamericano impuso sanciones que afectan las exportaciones de oro.
Las autoridades venezolanas acusan a la Casa Blanca de provocar en su país una crisis sin precedentes con el objetivo de apoderarse de sus recursos naturales, como petróleo, oro, diamante, coltán, entre otros.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha destacado que estas sanciones de EEUU agravan la crisis en Venezuela.