Se cree que los fósiles corresponden a un macho joven, que pesaba unos 800 kilos y tenía unos colmillos de seis centímetros de longitud, preparados para desgarrar la carne de sus presas.
Lo más sorprendente del hallazgo fue que tanto el cráneo como la mandíbula se encontraban en perfecto estado. Esto va a permitir realizar diversos estudios que determinen el comportamiento y los hábitos de este tipo de osos carnívoros.
"Se trata de un oso gigantesco de la especie Arctotherium angustidens, la más grande y antigua de América del Sur. Se registró desde hace 1,7 millones de años hasta hace unos 500.000 años", dijo el investigador del Museo de La Plata y del Conicet, Leopoldo Soibelzon en su charla con Sputnik.
Ya en 2011 Soibelzon había presentado al oso más grande del mundo, perteneciente a la misma especie y también hallado en Argentina. Se cree que medía 4,5 metros y pesaba 1500 kilos. Este hallazgo superó al más grande encontrado hasta entonces: un oso polar de 1000 kilos, abatido por un cazador en Alaska en 1960.
Con el paso de los años, hubo una tendencia hacia la reducción del tamaño de los osos y hacia la herbivoría. Esto se debió básicamente a una cuestión evolutiva de supervivencia. Los osos de menor tamaño, y con una dieta alimenticia más amplia, tenían mayores posibilidades de sobrevivir que los gigantes carnívoros.