"Yo abrí porque igual a fin de mes tengo pagar salarios, pagar cuentas, y lo poco que se pueda hacer es una ayuda", dijo a esta agencia el dueño de una juguetería situada en Las Mercedes, en el este de Caracas, quien prefirió no ser identificado.
Las paradas del transporte público entre las 8:00 y las 10:00 hora Caracas (12:00 y 14:00 GMT) permanecían abarrotadas de usuarios que intentaban llegar a sus trabajos, mientras otros caminaban.
Virginia Torquemada dijo a esta agencia que "la falta de metro afecta mucho, porque es lo más rápido y cómodo, pero si no hay, toca ir a pie, yo tuve que caminar unos 30 minutos para llegar a mi trabajo, y ya tengo ampollas en los pies, porque el lunes estaba en Plaza Venezuela [sureste] y tuve que caminar hasta Petare [este]".
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En las entradas de los bancos también había largas filas en Caracas, y los usuarios expresaron que intentaban sacar dinero en efectivo para poder movilizarse "por si vuelve un apagón".
Y es que ante la ausencia de bolívares en efectivo, que afecta a este país desde 2016, y ante la falta de energía y la falla en las telecomunicaciones quedan inhabilitados los pagos con tarjetas de débito, crédito o por transferencias.
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario anunció el miércoles que todas las sucursales bancarias trabajarán en horario especial este jueves y viernes entre las 9:00 y las 14:00 hora local (13:00 y 18:00 GMT).
El servicio de agua también está suspendido en Caracas.
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Eustaquio Zamora de 73 años, habitante de San Agustín, dijo que el miércoles llegaron cisternas, "no como el apagón anterior [el 7 de marzo] que prometieron y no llegaron, y la gente bajó con sus envases a cargarlos de agua, no sirve para mucho, pero por lo menos es mejor que nada".
El sector en el que habita Zamora fue en el que, durante el primer apagón, los pobladores bajaron desde las favelas y urbanismos cercanos al río contaminado Guaire a recoger agua de una tubería que desembocada en ese fluvial.
Desde el lunes pasado la capital venezolana está sin bombeo de agua y se desconoce cuándo podrá ser restablecido.
Después de dos días de intermitencia, el servicio eléctrico se ha mantenido relativamente continuo por más de 12 horas en Caracas, pero aún en algunos sectores los semáforos no funcionan, lo que ha provocado un cierto caos vehicular.
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Agregó que ese ataque ocasionó daños graves al sistema eléctrico nacional, que no serán resueltos de un momento a otro, por lo que pidió paciencia a la población.
Explicó que se aplicarán distribuciones de carga hasta lograr la robustez del servicio, lo que generó temor en la población.
Al respecto, Erwing Rojas, habitante de la Pastora (oeste de Caracas), dijo que "racionan la comida, el agua y yo temo que nos racionarán ahora la electricidad, y ahí sí que la ponen difícil porque no hay forma de almacenarla".
Hasta el momento, ni el jefe de Estado ni sus ministros han ofrecido detalles al respecto.
El 7 de este mes también se registró un apagón general que, de acuerdo con lo anunciado por las autoridades, fue provocado por un ataque cibernético y electromagnético perpetrado desde EEUU.
