Existen muchas situaciones por las cuales los recién nacidos pueden encontrarse privados del cuidado de su familia de origen, ya sea en forma transitoria o permanente. En estas circunstancias, la fundación pretende mejorar sus condiciones de vida a través de la nutrición afectiva.
"Los mimamos como si fueran hijos del grupo de voluntarios, con ese mismo cariño y dedicación. Los acompañamos las 24 horas, todos los días del año. El concepto que utilizamos es el de las tribus de la antigüedad: todos los voluntarios cuidamos a todos los bebés", afirmó Pamela Moreira, presidenta de la Fundación.
¿Cuáles son los beneficios de la nutrición afectiva? Desde la Fundación Canguro sostienen que esta ayuda a los bebés a manejar mejor el estrés, reducir los umbrales del miedo y la excitación, y aumentar la sociabilidad, la seguridad y la audacia al sentirse acompañados. Además, favorece la adquisición del lenguaje, las capacidades cognitivas y el fortalecimiento del sistema nervioso e inmunológico.
"Los bebés aumentaron un 40% de peso por encima del promedio en comparación con los que estuvieron en esta misma situación, previo a la existencia de la fundación", señaló Moreira.
"Todos los procesos que se tienen que ir desarrollando en los primeros meses de vida se facilitan cuando el bebé está en contacto con otro ser humano y en una situación de bajo estrés", agregó.
Al inicio, la preocupación era encontrar voluntarios y ahora existe una lista de espera de más de 1400 que quieren ser canguros. La fundación atiende a unos nueve bebés por vez y un promedio de 130 al año. En 2018 recibieron el Premio Derechos Humanos de la Unión Europea.