Iglesias anunció este miércoles que se personará como perjudicado en el denominado como caso Tándem, que analiza el entramado de maniobras políticas y prácticas ilegales en la sombra impulsado desde el Ministerio del Interior.
El secretario general de Podemos pronunció estas palabras tras acudir a la Audiencia Nacional para personarse en el caso después de que se conociera que un juzgado de Madrid abrió una pieza separada para investigar el robo del teléfono móvil "con el objetivo de conseguir información de la formación política", según señala la pieza.
Entre los datos robados al entorno de Iglesias figuran, según apuntan medios de comunicación locales, numerosas fotografías y varias conversaciones privadas.
De momento, Pablo Iglesias se negó a ofrecer más detalles acerca de la causa porque esta se encuentra bajo secreto de sumario.
Temas relacionados: Los socialistas, derrotados pero favoritos ante las próximas elecciones españolas
De acuerdo con la información disponible en torno al caso Tándem, Pablo Iglesias, junto a políticos independentistas catalanes, fue uno de los principales objetivos de una policía política encabezada por el excomisario José Villarejo durante los años como ministro de Interior del conservador Jorge Fernández Díaz (2011-2016) bajo la presidencia de Mariano Rajoy.
Dicho informe fue presentado ante el Tribunal Supremo por el sindicato de ultraderecha Manos Limpias, pero el alto tribunal rechazó su admisión afirmando que su contenido era una "mera remisión de informaciones no autentificadas” y recortes de prensa.
En el marco del caso Tándem, además de las actividades relativas a esta policía política, también se investiga, entre otras cosas, un entramado de espionaje encabezado por Villarejo.
Según el relato de las autoridades judiciales Villarejo tuvo acceso en el año 2005 a 15.000 conversaciones telefónicas privadas de miembros del Gobierno, del Partido Popular, el Partido Socialista y de distintas empresas o medios de comunicación.