"La Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa decidió investigar las quejas que recibimos recientemente de que el secretario interino, Patrick Shanahan, supuestamente tomó medidas para promover a su exempleador, Boeing, y desacreditar a sus competidores, en violación presuntamente de las reglas de ética", afirmó un portavoz de la oficina en un comunicado.
Sputnik habló con David Lindorff, un conocido reportero de investigación estadounidense, acerca de lo que descubrió y sus posibles consecuencias.
Tema relacionado: Boeing: ¿Qué tanto sufrirá la multinacional por las últimas catástrofes?
Lindorff puso de relieve el tamaño de Boeing y su importancia para la economía estadounidense e insinuó que eso puede afectar la manera en que se llevarán a cabo las pesquisas.
"Boeing es una compañía muy poderosa. Creo que es el mayor exportador de Estados Unidos en términos de valor en dólares, si no me equivoco; es una gran parte de nuestra economía de exportación. Además, también es un gran contratista de defensa, por lo que enfrentarlos de manera seria y realmente mirar la verdad es pedir mucho de nuestro sistema político, que es bastante corrupto. Esto es algo de mucha importancia", afirmó el periodista.
Le puede interesar: Pilotos de Boeing 737 MAX denunciaron fallos en 23 ocasiones desde 2017
Lindorff consideró que es probable que "haya mucha corrupción en lo que se refiere a permitir que los aviones salgan al campo comercial sin ser tan seguros como se supone que deben ser". Shanahan es "un tipo que, obviamente, estaba dispuesto a violar al menos la ética y tal vez la ley, que durante años encabezó el lado civil de Boeing".
Es posible que el Pentágono culpe a Shanahan de todo y lo convierta en un ejemplo de corrupción, dejando a Boeing fuera de todo el escándalo, ya que esta es, según el reportero, "una forma clásica en que Estados Unidos maneja la corrupción corporativa".
Según Lindorff, cerca de la mitad del presupuesto del Pentágono, es decir, 350.000 millones de dólares anuales, son gastos en la industria militar. Así que existen entramados de corrupción entre altos funcionarios del Pentágono y compañías de la industria armamentista, que benefician a los dos lados, en detrimento de la calidad de los equipos comprados.
"Es un sistema masivamente corrupto al que realmente no le importa si las cosas que están comprando funcionan o no. Solo para darle un ejemplo, el F-35 no está listo para volar: hay problemas con el software, hay problemas con las alas, que no durarán todo el tiempo que se supone que deben durar; el coste del mantenimiento ha aumentado y el proyecto probablemente terminará costando el doble de los 1,5 billones que se estima que cueste", detalló Lindorff.
"[El Pentágono] dice: 'Arreglaremos los problemas retroactivamente'. Esa es una manera mucho más costosa de arreglar aviones, si sabes que no son buenos en este momento; pero eso es lo que han hecho: lo pusieron en producción y lo consideraron listo para el combate cuando no lo está", subrayó.