"Con respecto al Gobierno o Congreso de EEUU no quiero polemizar, estamos haciendo una labor de convencimiento para que haya inversión de EEUU en México y Centroamérica para proyectos productivos y que haya empleo", respondió el mandatario e conferencia de prensa.
"Sobre la aprobación del Congreso en EEUU soy partidario de atender el fenómeno migratorio con desarrollo, empleo y bienestar y no voy a quitar el dedo del renglón, voy a seguir insistiendo en lo mismo", prosiguió el jefe de Estado.
El objetivo de la diplomacia mexicana es "cuidar la relación con el Gobierno estadounidense que debe dejar de amistad y respeto mutuo", enfatizó.
Para frenar la migración "no es opción, no es alternativa el uso de la fuerza o de otras medidas, la gente se va a EEUU a buscar trabajo por necesidad y no por gusta y en la medida que haya empleo en México y Centroamérica va aminorar el flujo migratorio", puntualizó.
Para frenar la migración, López Obrador se reunió la semana pasada con Jared Kushner, asesor de la Casa Blanca y yerno del presidente Trump en la residencia de un alto directivo de la cadena Televisa.
López Obrador evitó comentar que el Departamento de Estado de EEUU autorizó el pasado 25 de marzo el gasto de hasta 1.000 millones de dólares para una serie de obras relacionadas con la construcción de un muro en la frontera con México.
El secretario de Defensa en funciones Patrick Shanahan autorizó al comandante del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU a "proceder a la planificación y la ejecución de hasta 1.000 millones de dólares en apoyo al Departamento de Seguridad Nacional [DHS] y Aduanas y Protección Fronteriza", informó el Pentágono.
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Trump apeló a sus potestades ejecutivas para eludir al Congreso, mediante la declaración de emergencia nacional, y obtener hasta 8.000 millones de dólares de fondos federales para instalar casi 377 kilómetros de barreras de acero a lo largo de una frontera de más de 3.000 kilómetros con México.
La nueva caravana que partió el fin de semana de la ciudad de Tapachula es más diversa porque incluye a 85 cubanos, además de 1.099 hondureños, 764 salvadoreños, 300 guatemaltecos, 176 nicaragüenses, la mayoría son jóvenes y mujeres, detalló la dependencia.
Desde diciembre pasado, más de 15.000 personas han recorrido el territorio mexicano en caravanas, por temor a sufrir ataques y deportaciones; pero el nuevo Gobierno mexicano otorgó más de 10.000 visas humanitarias que les permite trabajar en este país mientas tramitan asilo en EEUU.