El lunes, AMLO reconoció que envió cartas al Gobierno español y al papa Francisco solicitando crear "un conjunto para hacer una relatoría de lo sucedido y, a partir de allí, de manera humilde, aceptar nuestros errores, pedir perdón y reconciliarnos entre todos".
Pedro González remarcó que España "no puede desconocer el pasado" que, en el caso de la invasión de los territorios americanos, se trató de "una agresión a pueblos distantes".
El representante indígena enfatizó que durante la Conquista de América "se sucedieron masacres y matanzas, no solamente en la parte física sino también en la parte espiritual". En efecto, apuntó que además de una dominación militar, también hubo un intento de "quitar a los pueblos su espíritu, su cosmovisión".
Para González, un reconocimiento del Gobierno español sería "un quiebre en la historia" que redundaría en "una muestra de que se puede reformular nuestra historia". Un nuevo tiempo en el que los países "invasores" tendrían otra concepción de "la importancia que tienen en el mundo otras culturas que en su momento se definieron como inhumanas o subdesarrolladas".
"No sería suficiente que la Corona española pensara que pidiendo perdón resolvería todo", advirtió el representante indígena, de todos modos.
Según González, es clave que desde el país europeo también existan "cambios constitucionales para dar formas de reconocimiento de derecho a los pueblos y sus territorios, sus recursos y sobre todo su cosmovisión".
El activista también interpretó el rechazo que existe hacia los pueblos originarios desde algunos sectores de la propia sociedad mexicana, señalando que responde a 'un México imaginario' en el que "todo lo negativo" se asocia con la cultura indígena.
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De allí surgió "esa idea de que una vez que los pueblos originarios desaparezcan [México] entraría en un gran desarrollo".