"Occidente ha reunido un poderoso arsenal de injerencia en los asuntos internos de estados soberanos que se ha convertido en una seria amenaza para el mantenimiento de la seguridad internacional", denunció en una entrevista con el diario Izvestia.
Todas las revoluciones de colores tienen el mismo 'modus operandi', explicó el alto funcionario ruso.
"Occidente brinda apoyo informativo y económico a las actividades de protesta y aplaude el derrocamiento de Gobiernos por la fuerza haciendo llegar al poder a sus títeres", dijo Pátrushev.
El país que sufre el golpe de Estado "cae en la dependencia del exterior, lo que arruina su economía, empobrece a la población y dispara la delincuencia y los abusos", concluyó.