Conoce por qué los alimentos ultraprocesados nos enferman
No hay que dejarse llevar por las apariencias, según el dicho popular, y nada más cierto al hablar de alimentos, advierte Barruti, que denuncia a las grandes marcas por utilizar colorantes, saborizantes y texturizantes para simular variedad cuando en realidad utilizan siempre los mismos y dañinos ingredientes: harina, azúcar y aceite.
El título Mala Leche hace alusión a esta mala intención por parte de la industria y a la vez es una crítica directa a la leche, un producto que ella considera innecesario y que es presentado como esencial.
"La leche termina convertida casi en un producto farmacéutico. Las personas la consumen obligadamente por guías nutricionales —que se hacen en acuerdo con las empresas- para obtener calcio, un nutriente que en realidad está presente en muchos otros alimentos", explicó la escritora.
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En el libro se menciona como positiva la iniciativa de países que han incorporado etiquetas a los productos con elevado contenido de azúcares, grasas saturadas o sodio. Sin embargo, Barruti afirma que no alcanza con esta medida y que los gobiernos deben garantizar el acceso a la comida de verdad y establecer planes alimentarios.
"Tenemos que decirle a las personas que no compren productos con etiquetas sino que compren directamente los ingredientes porque si no la industria es muy astuta y rápidamente mueve dos o tres elementos para ajustarse a la nueva normativa y, en realidad, sigue vendiendo chatarra".