"Envié ya una carta al rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios, por las violaciones a lo que ahora se conoce derechos humanos, matanzas, imposiciones, la llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz, se edificaron iglesias arriba de los templos", dijo el mandatario en un vídeo difundido en sus cuentas de redes sociales.
"Vamos a reconciliarnos, pero primero pidamos perdón, yo lo voy a hacer, porque después de la colonia hubo mucha represión a los pueblos originarios, fue lamentable exterminio", dijo el mandatario al pie de la pirámide prehispánica de Comalcalco.
Esa antigua ciudad es un sitio arqueológico del siglo VII, que el presidente visitó antes de viajar a Centla (Veracruz, este) a conmemorar 500 años de la primera batalla de los españoles contra la resistencia de los pueblos originarios.
"Estamos conmemorando la batalla que tuvo Cortés con los mayas chontales, la primer batalla de la llamada conquista descubrimiento, encuentro de dos mundos o de dos culturas", dijo el titular del Ejecutivo.
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López Obrador dirigió el mensaje en compañía de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, quien escribió su tesis de posgrado sobre el cronista español que acompañó a las tropas de Cortés, Bernal Díaz de Castillo, que describió los episodios de aquellas batallas.
"Lo cierto es que fue una invasión, en la que se cometieron muchas arbitrariedades, se sometió a los pueblos que habitaban lo que conocemos como nuestra América, en el continente recién descubierto", dijo el presidente.
El mandatario detalló que el tiempo actual es "de reconciliación entre ambas naciones", México y España y que, por su parte, el Gobierno mexicano ofrecerá disculpas por los actos perpetrados en contra de extranjeros.
El Gobierno de España rehusó admitir la comisión de abusos durante la conquista de territorios americanos.
"La llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas", afirma un comunicado emitido por la Cancillería española, que "lamenta profundamente" la publicación de esa carta, cuyo contenido rechaza "con toda firmeza".
En su respuesta, las autoridades españolas no dan respuesta a la petición del presidente mexicano y se limitan a recordar que ambos pueblos son "hermanos" y que "siempre han sabido leer su pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva".