"Falta aún por esclarecer el motivo de los ataques, que se consideran conectados, pero la Policía de West Midlands y la Unidad en Contraterrorismo los están investigando", confirmó un parte de este servicio de la Policía inglesa.
La alarma saltó con denuncias de que un individuo estaba rompiendo a mazazos las vidrieras de una mezquita.
La policía descubrió después que el ataque se había repetido en otros centros culturales y templos musulmanes de Birmingham.
"Oficiales comunitarios están patrullando proactivamente y colaborando estrechamente con mezquitas de toda la región", señaló el portavoz policial.
El secretario de este colectivo de asociaciones musulmanas, Haron Khan, reclamó a la primera ministra, Theresa May, "un apoyo similar" que el garantizado a las comunidades judías ante el "incremento de los ataques antisemitas".
Mientras, el jefe de la Policía de Birmingham, Dave Thompson, se hizo eco de la inquietud que se ha propagado en sectores de la sociedad.
"Desde los trágicos eventos en Christchurch, Nueva Zelanda, oficiales y personal de la Policía de West Midlands estamos trabajando estrechamente con nuestros asociados religiosos para ofrecer garantías y respaldo a las mezquitas, iglesias y centros de oración", dijo Thompson.
El ministro del Interior, Sajid Javid, envió un mensaje de solidaridad a los afectados y afirmó que "estos actos de vandalismo son profundamente angustiosos".