La semana pasada la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, afirmó que el atacante a las mezquitas tenía licencia para tenencia de armas y que llegó el tiempo para cambiar la legislación en este ámbito.
"Esto al fin y al cabo significa que diez días después de este horrible atentado terrorista anunciaremos las reformas que, en mi opinión, harán que nuestra sociedad sea más segura", cita el canal a la primera ministra.
Ardern destacó que estas decisiones fueron apoyadas unánimemente por el Gabinete de ministros.
El atacante llevaba un arma semiautomática, ropa militar y varios cargadores.
Más tarde, se informó de disparos en otra mezquita, la de Linwood.
El perpetrador de la masacre, un supremacista blanco que se identificó como Brenton Tarrant, de 28 años, nacido en Australia, hizo circular minutos antes del ataque un extenso manifiesto y grabó fragmentos de la matanza en un vídeo.
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El doble ataque terrorista, que la primera ministra Ardern calificó como "uno de los días más oscuros de Nueva Zelanda", provocó 50 muertos y decenas de heridos, algunos en estado crítico.