"El sistema binario de un agujero negro es esencialmente una batería gigante que está esperando a que la utilicemos. La idea es trabajar con la naturaleza y no contra ella", comentó Kipping, citado por el portal Space.com.
El astrofísico bautizó su sistema como impulso de halo por el anillo de luz que crearía alrededor de un agujero negro.
Kipping asegura que, usando el impulso de halo, incluso unas naves espaciales con la masa de Júpiter podrían alcanzar velocidades relativistas.
Cuanto más rápido se mueva un agujero negro, mayor será la energía que se pueda extraer de él. Por lo tanto, Kipping se centró en gran medida en el uso de pares de agujeros negros en espiral.
También te puede interesar: Rusia desarrolla un yate espacial para viajes turísticos
El mayor inconveniente del impulso de halo sería que "uno tiene que viajar al agujero negro más cercano", observó Kipping.
El impulso de halo solo funcionaría a una distancia de entre cinco y 50 veces el diámetro del agujero negro.
La idea también permite emplear nuevos métodos para buscar civilizaciones extraterrestres. Según propone la investigación, los astrónomos podrían buscar señales que estén explotando pares de agujeros negros para viajar con el impulso de halo, lo que haría que se fusionen más de lo esperado.
No te lo pierdas: Los astrónomos capturan un rayo que atraviesa el espacio a una enorme velocidad